Don Ricardo, de 82 años, termina la primaria e inspira a su comunidad

## Un Viejito con un Sueño: A los 82, Don Ricardo Termina la Primaria y Inspira a su Comunidad

**SAN MIGUEL DE ALLENDE, GTO. –** En un mundo donde los titulares a menudo se ven inundados de noticias desalentadoras, surge una historia inspiradora desde el corazón de San Miguel de Allende: la de Don Ricardo Pérez, un hombre de 82 años que, con perseverancia y una inquebrantable sed de conocimiento, acaba de completar sus estudios de primaria.

La ceremonia de graduación, celebrada el pasado viernes en la escuela primaria Benito Juárez, fue un evento emotivo que congregó a familiares, amigos, maestros y miembros de la comunidad, todos ansiosos por celebrar el logro de Don Ricardo. El auditorio estalló en aplausos cuando su nombre fue anunciado, y el octogenario, con una sonrisa radiante y un andar firme, recibió su diploma con orgullo.

La historia de Don Ricardo es una que habla del poder de la resiliencia y la importancia de perseguir los sueños, sin importar la edad. Nacido en una familia humilde, Don Ricardo tuvo que dejar la escuela a una edad temprana para ayudar a sus padres en el campo. La necesidad de contribuir al sustento familiar truncó su educación, pero nunca apagó su anhelo por aprender a leer y escribir correctamente.

“Siempre tuve la espinita de no haber terminado la escuela,” confesó Don Ricardo después de la ceremonia, con la voz entrecortada por la emoción. “Veía a los jóvenes leer los periódicos y me daba envidia. Quería poder entender las noticias, las cartas, los libros… Quería ser independiente.”

Después de jubilarse de su trabajo como albañil, Don Ricardo finalmente tuvo la oportunidad de retomar sus estudios. Se inscribió en el programa de alfabetización para adultos del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), un programa que ofrece educación básica gratuita a personas mayores de 15 años que no han completado su educación primaria o secundaria.

Al principio, el reto fue considerable. Don Ricardo confesó que le costó trabajo adaptarse al ritmo de estudio y recordar lo aprendido en su juventud. Sin embargo, con el apoyo de sus maestros y compañeros, y con una disciplina admirable, Don Ricardo superó cada obstáculo.

“Don Ricardo es un ejemplo para todos nosotros,” afirmó la maestra Elena García, una de las instructoras de INEA que lo acompañó durante su proceso educativo. “Su dedicación y su entusiasmo son contagiosos. Él nos ha demostrado que nunca es tarde para aprender y que la edad no es un impedimento para alcanzar nuestros sueños.”

La historia de Don Ricardo no solo ha inspirado a su comunidad, sino que también ha resonado a nivel nacional. Su ejemplo es un recordatorio de que la educación es un derecho fundamental y que el deseo de aprender puede florecer a cualquier edad. Ahora, Don Ricardo planea continuar sus estudios y espera inscribirse en la secundaria. “Quiero seguir aprendiendo,” afirmó con determinación. “Nunca es tarde para crecer.”

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