Colibrí Esmeralda Esperanza en la Recuperación del Bosque Seco Tropical en Colombia

## El Retorno del Colibrí Esmeralda: Un Indicador de la Recuperación del Bosque Seco Tropical en Colombia

**Cartagena, Colombia –** Después de décadas de deforestación y degradación, el Bosque Seco Tropical de la costa Caribe colombiana, uno de los ecosistemas más amenazados del mundo, está mostrando signos prometedores de recuperación. Un estudio reciente publicado por la Universidad del Atlántico, en colaboración con la Fundación Herencia Ambiental Caribe, ha documentado un notable aumento en la población del colibrí esmeralda (Chlorostilbon melanorhynchus), una especie endémica y clave para la salud del bosque.

El colibrí esmeralda, conocido localmente como “esmeralda”, depende de la diversidad floral del Bosque Seco Tropical para su alimentación, principalmente néctar. Su presencia y abundancia son considerados un bioindicador, reflejando directamente el estado de conservación del ecosistema. La drástica disminución en la población de esta ave, observada durante las últimas décadas, se atribuyó a la pérdida de hábitat debido a la expansión agrícola, la tala indiscriminada para la obtención de madera y la ganadería extensiva.

El estudio, liderado por la Dra. Ana María Pérez, bióloga y experta en ornitología, revela que las estrategias de restauración ecológica implementadas en los últimos años han comenzado a dar sus frutos. “Hemos observado un aumento significativo en la diversidad de especies vegetales nativas, lo que a su vez ha provocado un incremento en la disponibilidad de alimento para el colibrí esmeralda”, explica la Dra. Pérez. “Esto, junto con la creación de corredores biológicos que conectan fragmentos aislados del bosque, ha permitido que la población de la esmeralda se recupere gradualmente”.

La iniciativa de restauración ecológica, que ha contado con el apoyo de comunidades locales y organizaciones internacionales, se centra en la reforestación con especies nativas, el control de la erosión y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles. Además, se ha implementado un programa de educación ambiental que busca sensibilizar a la población sobre la importancia del Bosque Seco Tropical y la necesidad de protegerlo.

“Este es un logro importante, pero aún queda mucho por hacer”, advierte Javier Montes, director de la Fundación Herencia Ambiental Caribe. “El Bosque Seco Tropical sigue siendo vulnerable y enfrenta amenazas constantes. Es crucial continuar fortaleciendo las estrategias de conservación y promover un desarrollo sostenible que beneficie tanto a las comunidades locales como al medio ambiente”.

El retorno del colibrí esmeralda no solo representa una victoria para la conservación de la biodiversidad, sino que también es un símbolo de esperanza para la recuperación de uno de los ecosistemas más valiosos y amenazados de Colombia. Su delicado zumbido, una vez silenciado por la devastación, vuelve a resonar entre los árboles, recordándonos la importancia de actuar en pro de la sostenibilidad y el futuro de nuestro planeta. La comunidad científica y las organizaciones ambientales instan al gobierno y a la sociedad en general a seguir apoyando iniciativas de conservación que permitan asegurar la supervivencia del Bosque Seco Tropical y sus habitantes, para que el colibrí esmeralda continúe siendo un testigo privilegiado de la resiliencia de la naturaleza.

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