## Científicos Descubren Nueva Forma de Fotosíntesis en Profundidades Abisales
**Un equipo internacional de científicos ha anunciado un descubrimiento revolucionario que desafía las ideas convencionales sobre la fotosíntesis y la vida en las profundidades oceánicas. Han identificado una nueva forma de fotosíntesis en ciertas especies de bacterias que habitan en la zona batial, una región que se extiende entre los 200 y los 1000 metros de profundidad, donde la luz solar es prácticamente inexistente.**
El hallazgo, publicado en la prestigiosa revista *Nature*, revela que estas bacterias no utilizan la luz solar directa para generar energía, como se pensaba anteriormente, sino una forma de luz infrarroja generada por la actividad geotérmica de fuentes hidrotermales submarinas. Estas fuentes, comunes en regiones volcánicamente activas del lecho oceánico, emiten calor y una pequeña cantidad de radiación infrarroja que, hasta ahora, se consideraba insignificante para el sostenimiento de la vida.
“Este descubrimiento cambia fundamentalmente nuestra comprensión de cómo la vida puede prosperar en entornos extremos”, explica la Dra. Elena Ramirez, líder del equipo de investigación y profesora de microbiología marina en la Universidad de California, San Diego. “Siempre hemos pensado en la fotosíntesis como un proceso dependiente de la luz solar visible. Ahora sabemos que la vida ha encontrado una forma ingeniosa de aprovechar otra fuente de energía en la oscuridad profunda del océano.”
El proceso, denominado “fotosíntesis infrarroja”, implica la utilización de pigmentos especializados dentro de las bacterias que son capaces de absorber y convertir la energía de la radiación infrarroja en energía química. Estos pigmentos, cuya composición precisa aún se está investigando, son estructuralmente diferentes a la clorofila, el pigmento fotosintético predominante en las plantas y las algas.
La investigación se centró en muestras tomadas cerca de una fuente hidrotermal activa en el Océano Pacífico. El análisis genético reveló la presencia de bacterias con una alta concentración de estos pigmentos únicos. Experimentos de laboratorio demostraron que estas bacterias podían crecer y reproducirse utilizando únicamente la radiación infrarroja como fuente de energía.
Las implicaciones de este descubrimiento son vastas y alcanzan diversos campos científicos. Desde la biología evolutiva hasta la astrobiología, la fotosíntesis infrarroja abre nuevas perspectivas sobre los límites de la vida y las posibles formas en que podría existir en otros planetas, particularmente aquellos con océanos subterráneos o actividad geotérmica.
“Este hallazgo nos obliga a replantearnos nuestras suposiciones sobre la habitabilidad planetaria”, comenta el Dr. Kenji Tanaka, astrobiólogo del Instituto de Tecnología de Tokio y miembro del equipo de investigación. “Si la vida puede existir y evolucionar utilizando fuentes de energía tan inusuales en nuestro propio planeta, entonces las posibilidades de encontrar vida en otros mundos son significativamente mayores.”
El equipo de investigación planea continuar investigando la fotosíntesis infrarroja, incluyendo la identificación de otros organismos que puedan utilizar este proceso y la comprensión de la evolución de los pigmentos responsables de la absorción de la radiación infrarroja. El descubrimiento representa un paso crucial en la exploración de los misterios de la vida en la Tierra y más allá, y subraya la importancia de la investigación en entornos extremos para ampliar nuestra comprensión del universo.
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