Economía global en riesgo Inflación persiste y recesión amenaza

## La Economía Global se Desacelera: Inflación Persistente y Riesgos de Recesión Aumentan

**Washington D.C.** – La economía global enfrenta un panorama cada vez más desafiante, caracterizado por una desaceleración del crecimiento, una inflación persistentemente alta y un aumento de los riesgos de recesión en varias economías importantes. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento global para este año y el próximo, citando una combinación de factores interconectados que están presionando el sistema económico internacional.

Uno de los principales catalizadores de esta desaceleración es la persistencia de la inflación. Si bien las cadenas de suministro globales han comenzado a aliviarse desde los picos pandémicos, la invasión rusa de Ucrania ha exacerbado la escasez de energía y alimentos, impulsando los precios al alza. Los bancos centrales de todo el mundo están respondiendo con subidas agresivas de los tipos de interés para controlar la inflación, pero estas medidas están a su vez frenando la actividad económica y aumentando el riesgo de recesión.

“Estamos viendo una convergencia de factores negativos que están ejerciendo una presión significativa sobre la economía global”, declaró la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, durante una rueda de prensa la semana pasada. “La inflación sigue siendo obstinadamente alta, el crecimiento se está desacelerando y los riesgos geopolíticos están aumentando”.

El impacto de la guerra en Ucrania se extiende mucho más allá de la escasez de energía y alimentos. La incertidumbre geopolítica está afectando la confianza de las empresas y los consumidores, lo que lleva a una reducción del gasto y la inversión. Además, las sanciones impuestas a Rusia están interrumpiendo el comercio y las finanzas globales, exacerbando las presiones inflacionarias.

Las economías avanzadas, como Estados Unidos y Europa, están particularmente en riesgo de recesión. La Reserva Federal de Estados Unidos ha subido los tipos de interés de forma agresiva para controlar la inflación, lo que está generando preocupaciones sobre un posible aterrizaje brusco. En Europa, la crisis energética y la proximidad a Ucrania están pesando sobre la actividad económica.

Si bien las economías emergentes y en desarrollo también están sintiendo el impacto de la desaceleración global, algunas se están mostrando más resilientes que otras. Los países que dependen menos de la energía importada y que tienen políticas fiscales sólidas están mejor posicionados para capear la tormenta. Sin embargo, incluso estos países se enfrentan a desafíos significativos, incluida la caída de la demanda externa, el aumento de los costos de los préstamos y la volatilidad de los mercados de divisas.

El panorama económico global es complejo y está sujeto a cambios rápidos. La evolución de la guerra en Ucrania, las políticas de los bancos centrales y la evolución de la pandemia de COVID-19 tendrán un impacto significativo en la trayectoria del crecimiento global. En este contexto, los gobiernos y las instituciones internacionales deben trabajar juntos para abordar los desafíos que se avecinan y minimizar el riesgo de una recesión global profunda y prolongada. La cooperación internacional y la implementación de políticas fiscales y monetarias responsables son cruciales para estabilizar la economía global y garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo. El futuro económico, en resumen, se presenta incierto y requiere una navegación cuidadosa y coordinada.

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