Vecino de 80 años cumple promesa a su esposa y obtiene su GED

**Vecino de 80 años completa su GED tras prometerlo a su difunta esposa**

Oakville, Connecticut – Arthur Peterson, un residente de Oakville de 80 años, recibió su Diploma de Equivalencia General (GED) la semana pasada, cumpliendo una promesa que le hizo a su difunta esposa, Eleanor, décadas atrás. La historia de Peterson es un testimonio de perseverancia, amor y la importancia de nunca renunciar a los sueños, sin importar la edad.

Arthur y Eleanor se conocieron en la década de 1950, durante un baile en el salón comunitario local. Se enamoraron rápidamente y se casaron al año siguiente. Arthur, proveniente de una familia humilde, había dejado la escuela secundaria en su último año para ayudar a mantener a sus padres. Eleanor, una ferviente creyente en la educación, siempre animó a Arthur a regresar y obtener su diploma. Sin embargo, la vida se interpuso. Tuvieron hijos, Arthur trabajó arduamente en la fábrica local y las noches se llenaron de responsabilidades familiares. La idea de regresar a la escuela secundaria se fue desvaneciendo gradualmente en un segundo plano.

“Eleanor siempre me decía que la educación era la clave para una vida mejor”, recuerda Peterson, con la voz entrecortada. “Ella creía en mí, incluso cuando yo mismo dudaba.”

Eleanor falleció hace tres años, después de una valiente batalla contra el cáncer. Durante sus últimos días, Arthur le prometió que finalmente obtendría su GED. “Quería honrar su memoria”, dice Peterson. “Quería demostrarle que todavía podía hacerlo.”

Después del funeral, Arthur contactó al centro de educación para adultos de Oakville y se inscribió en las clases de preparación para el GED. Al principio, fue intimidante. Rodeado de jóvenes que parecían dominar el material con facilidad, Arthur se sintió abrumado. Sin embargo, la memoria de Eleanor y su determinación lo mantuvieron adelante.

“Hubo momentos en los que quería rendirme”, admite Peterson. “Las matemáticas siempre fueron mi némesis. Pero recordaba la sonrisa de Eleanor y pensaba: ‘No, tengo que seguir adelante.'”

Los instructores del centro de educación para adultos elogiaron la dedicación y el trabajo duro de Arthur. Lo describieron como un estudiante diligente que siempre llegaba a clase preparado y dispuesto a aprender. Sus compañeros de clase también se sintieron inspirados por su perseverancia.

“Arthur es un ejemplo para todos nosotros”, dice Maria Rodriguez, una de sus compañeras de clase. “Nos muestra que nunca es demasiado tarde para lograr nuestros sueños.”

La semana pasada, Arthur recibió su GED con gran orgullo. Sus hijos y nietos lo animaron mientras caminaba por el escenario. “Se que Eleanor me está mirando desde arriba, sonriendo”, dijo Peterson después de la ceremonia.

Arthur no tiene planes de detenerse aquí. Ahora planea tomar algunas clases en la universidad comunitaria local. “Siempre he querido aprender más sobre historia”, dice. “Quién sabe, tal vez incluso obtenga un título.”

La historia de Arthur Peterson es una fuente de inspiración para todos. Nos recuerda que nunca es demasiado tarde para perseguir nuestros sueños y que el amor y la dedicación pueden superar cualquier obstáculo. Su legado servirá como un faro de esperanza y perseverancia para las generaciones venideras en Oakville y más allá.

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