## Vecinos de “El Nogal” Transforman Espacio Abandonado en Jardín Comunitario Floreciente
**El Nogal, Ciudad Nueva -** Lo que antes era un rincón olvidado y repleto de basura en el corazón del barrio “El Nogal”, ahora es un oasis de verdor y un punto de encuentro para la comunidad. Gracias a la iniciativa vecinal “Manos a la Tierra”, un terreno baldío que representaba un problema de insalubridad y seguridad, ha sido transformado en un vibrante jardín comunitario que ya empieza a dar sus primeros frutos.
La idea surgió hace seis meses, durante una reunión de vecinos preocupados por el creciente abandono de espacios públicos en el barrio. “Estábamos cansados de ver cómo ese terreno se convertía en un vertedero improvisado,” explica Ana Pérez, una de las principales impulsoras del proyecto. “Decidimos que no podíamos seguir esperando a que alguien más hiciera algo, teníamos que tomar la iniciativa nosotros mismos.”
Con el apoyo de la junta de vecinos, “Manos a la Tierra” consiguió el permiso del municipio para utilizar el terreno, ubicado entre las calles Roble y Sauce. Lo que siguió fue una ardua labor de limpieza y preparación del suelo, que involucró a decenas de voluntarios de todas las edades. Durante semanas, los vecinos trabajaron incansablemente, removiendo escombros, desmalezando y preparando la tierra para la siembra.
La iniciativa no solo se ha centrado en la mejora estética del barrio. El jardín comunitario se ha convertido en un espacio educativo donde se imparten talleres gratuitos sobre agricultura urbana y compostaje, promoviendo prácticas sostenibles y el contacto con la naturaleza. Además, los productos cosechados, desde lechugas y tomates hasta hierbas aromáticas, se distribuyen entre los vecinos, especialmente aquellos con menos recursos.
El proyecto ha recibido el apoyo de diversas organizaciones locales, incluyendo una empresa de jardinería que donó semillas y herramientas, y una escuela de agricultura que ofreció asesoramiento técnico. Sin embargo, la mayor parte del financiamiento ha provenido de la propia comunidad, a través de la organización de rifas, ventas de garaje y donaciones voluntarias.
“Lo más gratificante es ver cómo esta iniciativa ha unido a la comunidad,” comenta Carlos López, otro vecino participante. “Gente que antes no se conocía ahora trabaja junta, comparte experiencias y se preocupa por el bienestar del barrio.”
El éxito de “Manos a la Tierra” ha servido de inspiración para otros barrios de Ciudad Nueva. La junta de vecinos ha recibido solicitudes de asesoramiento para replicar el modelo en otras zonas abandonadas. La experiencia de “El Nogal” demuestra que, con organización, compromiso y trabajo en equipo, los ciudadanos pueden transformar su entorno y construir comunidades más prósperas y sostenibles. El jardín comunitario no solo embellece el barrio, sino que también siembra la semilla de la esperanza y el empoderamiento vecinal.
Share this content: